jueves, 14 de enero de 2010
PROYECTO BRODERSOHN
PROPONEN EMITIR LETRAS PARA NO TENER QUE TOCAR RESERVAS DEL CENTRAL
Mario Brodersohn, asesor económico de la UCR, publicó un proyecto que permite al Gobierno hacerse de dólares sin disminuir reservas ni exponerse a embargos
El proyecto alternativo para que el Gobierno pueda usar reservas sin utilizar el controvertido Fondo del Bicentenario fue publicado este lunes por el principal asesor económico de la Unión Cívica Radical (UCR), Mario Brodersohn.
La propuesta consiste en que el Central, después de comprar dólares en el mercado, emita Letras de Tesorería para reabsorber esos pesos. Y que la Tesorería le compre dólares al Central usando esas Letras. De esta manera, afirma, se evitaría tocar las reservas actuales, porque los dólares para pagar la deuda se obtendrían de las compras que el Central haría en los próximos meses.
Brodersohn destaca la situación de superávit comercial y el freno en la salida de capitales, por lo cual calcula que se puede continuar con el actual ritmo de adquisición de divisas del Central, que en el último trimestre de 2009 compró entre u$s1.000 millones y u$s1.200 millones mensuales.
Se desprende de esta estimación que, si el Banco Central pudiera mantener su nivel de compra de divisas en el mercado, en menos de seis meses se obtendría todas las reservas “excedentes” necesarias, sin modificar el nivel actual.
Brodersohn agrega que su propuesta tiene otra ventaja: resolvería el problema legal que expone a la Argentina a que los fondos buitres pidan el embargo de las reservas ante los jueces de Estados Unidos, dado que ahora ya no serían formalmente dólares del Banco Central, sino dinero de la Tesorería. Este es otro de los puntos legales cuestionados por la oposición para oponerse al Fondo del Bicentenario.
Impulso en el Congreso
Declaraciones realizadas días atrás por el diputado radical Ricardo Alfonsín permite suponer que esta propuesta será tomada como una alternativa que varios bloques opositores presentarán como forma de superar la crisis política, en un intento de acuerdo que sea aceptable por el oficialismo.
"El Gobierno necesita pagar deuda en dólares y no tienen los dólares ni pesos para comprarlos, por eso proponemos que emita un título, en vez de que lo haga el Banco Central, y con esa plata compre dólares del mercado", afirmó Alfonsín el domingo en La Nación.
En estos momentos, los radicales intentan generar un consenso en el Congreso para presentarlo como eventual salida ante el empantanamiento jurídico del Fondo del Bicentenario.
Según Brodersohn, la propuesta le permite al gobierno salir de la situación política a la que define como ahogarse en un vaso de agua.
“Ha complicado de tal forma y sin ninguna necesidad ni urgencia una realidad económica que todos los economistas de cualquier tendencia política ya anticipaban y
sabían que se iba a presentar en el 2010, esto es, que el Gobierno para pagar la deuda en dólares no tiene otra fuente de financiamiento que recurrir a las reservas internacionales del Banco Central”, escribió en su informe el director de la consultora Econométrica.
Y aclara que su proyecto soluciona la cuestión institucional de cómo obtener los dólares para la deuda, pero que persiste la cuestión de fondo, que es el deterioro fiscal de la Argentina.
“Nuestra propuesta implica que no sea el BCRA quien financia el déficit del Estado, sino que sea el sector privado mediante la compra de Letes. En otras palabras, pone de manifiesto que el tema no resuelto y central es el déficit fiscal”, expresa el economista radical, quien no ahorra críticas al Gobierno por “la imprudencia de la política fiscal los últimos años”.
De todas formas, en la misma línea que durante los últimos días apuntaron dirigentes de la UCR, el informe de Brodersohn argumenta que un debate responsable no puede considerar la posibilidad de que el país se acerque a otro default, en un contexto de agotamiento del superávit primario y sin recursos para afrontar los vencimientos de la deuda pública de este año.
“Ahora bien, ante esta realidad donde el Gobierno ya no dispone de superávit fiscal como tampoco acceso al crédito, en el debate instalado en la sociedad no puede existir margen para poner en duda el uso de los fondos públicos para el pago de la deuda, a menos que quien lo proponga baraje como alternativa volver a una situación default como en el 2001. A la irresponsabilidad en el manejo fiscal los últimos años, poner en duda el pago de la deuda cuando el Estado dispone de recursos para evitarlo, sería sumar irresponsabilidades en la gestión pública", concluye Brodersohn.
FUENTE: INFOBAE PROFESIONAL
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