miércoles, 21 de octubre de 2009

PERDER Y MANTENER LAS ESPERANZAS


"El motivo de la presente carta es mi firme voluntad de contribuir a afianzar la paz social en un tiempo en que el conflicto con el campo -acerca del cual me he expedido hace aproximadamente un mes y medio- ha trascendido la especificidad sectorial y ha venido a actuar como disparador de una disconformidad social -tema que conozco- que paraliza el mercado y conspira contra el desarrollo, acentuando las aristas más agudas de la injusticia.

Creo, Presidenta, que es indispensable convocar al diálogo político, para analizar nuestra realidad de modo de que los distintos partidos políticos expresen su visión acerca de la solución de nuestros problemas, no solo económicos, sino sociales e institucionales.

Por otra parte, Usted ha de entender que resulta incompatible con la democracia la ausencia del diálogo político en los momentos que vivimos, que también debe ir unido al diálogo social y económico. Seguramente, Usted recordará mi proyecto y mi preocupación en cuanto a la creación de un Consejo Económico y Social, cuando ambos fuimos Senadores.

Finalmente, estoy seguro de que la Unión Cívica Radical podrá observar, en el marco de la oposición, el espíritu constructivo que siempre lo ha animado.

Saludo a Usted con mi consideración más distinguida,

Raúl R. Alfonsín".

El siguiente fue mi mensaje a Raúl Alfonsín a través del comentario a la carta que antecede, publicada el 3 de junio de 2008, en el medio digital "CRÍTICA DE LA ARGENTINA":
"Me alegra, don Raúl, tener noticias suyas. Veo que se está recuperando de su intervención. Su carta es un reconfortante signo de mejoría. Ya volvió a opinar como lo que es: un estadista. Más allá de los vicios de los partidos políticos, que son muchos, no se concibe una verdadera Democracia sin la participación de dichas instituciones. Ud. pone el acento en el punto clave, del que poco se habla, en los partidos políticos está la esencia de nuestra República y no pueden ser figuras decorativas. Son los instrumentos para formular las grandes recetas nacionales. Hay que revitalizarlos. El gobierno debe dialogar constantemente con los partidos y más en momentos difíciles. Un fuerte abrazo "



En definitiva: podríamos estar hablando de los mismos temas habiendo pasado casi un año y medio. Solo hay una diferencia. Raúl Alfonsín no está. Yo hablaba con Esperanza sobre la salud del líder al emitir mi opinión. La realidad fue otra... Pero la Esperanza en un país nuevo sigue vigente porque estamos convencidos de lo que afirmáramos en otras ocasiones: Alfonsín duerme y la Democracia despierta. Hoy debemos continuar su obra.
Hugo Turrini

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