jueves, 29 de octubre de 2009

EL PORTERO DE ALFONSÍN




Habla martin rojas, el portero del edificio
“Don Raúl era un fuera de serie; me trataba como a un amigo”
Es desde hace 37 años el portero del mítico edificio de Av. Santa Fe al 1600, donde vivía Alfonsín, y eran íntimos amigos, al punto de matear juntos. A tal punto llegó esa amistad que el ex presidente Alfonsín, junto a su mujer, María Lorenza Barrenechea, asistió a un asado en la casa del portero en Ituzaingó.
Por Franco Ruiz
LA IMAGEN:Amigos. Una foto íntima. El día que Alfonsín cumplió 77 años y lo festejó en su casa.

LA NOTA
Corría el 10 de diciembre de 1983. Faltaban horas para que Ricardo Raúl Alfonsín asumiera la presidencia de la Nación. Ya llevaba consigo la banda y el bastón presidencial y, a su lado, un edecán ultimaba todos los detalles. Pero algo imprevisto finalmente ocurrió. Alfonsín se dirigió a su casa, situada en avenida Santa Fe al 1600. Allí esperaba encontrarse con su familia. Pero la casa estaba vacía. Sus familiares estaban festejando el triunfo electoral en el Obelisco porteño.

Al único que encontró Alfonsín, en esa calurosa mañana de diciembre, fue al portero del edificio. “Me abrazó muy fuerte, y el edecán, que estaba con él, nos sacó una foto”, contó Martín Rojas, de 63 años, portero del edificio donde vivió Alfonsín hasta el momento de su muerte, el martes último, a las 20.30.

“¿Podés creer vos, que yo sea presidente”, bromeó Alfonsín con Rojas el 10 de diciembre de 1983.

“Doctor, yo no tenía ninguna duda de que usted iba a ganar la elección”, retrucó Rojas, que trabaja desde hace 37 años como portero en el edificio donde vivía Alfonsín –y donde aún vive la familia del ex presidente radical.

Según contó Rojas a PERFIL, Alfonsín era un hombre “campechano”, “humilde”, y con mucha energía. “Cuando se cortaba la luz en el edificio, Raúl subía los pisos por la escalera, ya enfermo inclusive”, contó el portero. “No había quien pudiese frenarlo”, soltó.

Hubo, sin embargo, un tiempo en que al ex presidente y caudillo radical se lo notó alicaído. “Cuando lo obligaron a dejar la presidencia, ahí se vino abajo, y andaba deprimido, pero después repuntó”, contó Rojas.


“Era uno más”. Para Rojas, Alfonsín era un ser único, “respetuoso”, “amable con todos” y, sobre todo, “de no hacer distinciones” con la gente.

Tanto es así que Rojas contó que en los últimos meses pasaron por la casa del ex presidente distintas personalidades del mundo de la política, como el vicepresidente de la Nación, Julio Cobos; la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió; Ricardo López Murphy; el titular de la UCR, Gerardo Morales, y diplomáticos y políticos de todo el mundo. “Alfonsín me los presentaba a todos, y me presentaba como su amigo”, contó Rojas.

Alfonsín padecía un cáncer de pulmón con metástasis ósea. Su cuadro se complicó el domingo, a raíz de una “neumonía broncoas-pirativa”, que obligó a que un equipo médico siguiera de cerca su salud. Ayer, alrededor de las 17.30, una ambulancia retiró del edificio los tubos de oxígeno que necesitaba el líder radical para respirar.

“Martín, no sé si salgo de esta”, le confesó Alfonsín a Rojas, unos días antes de su fallecimiento.
FUENTE : PERFIL.COM

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