Negligencia, impericia, ignorancia cuasi criminal, cálculo electoral mezquino, muchos pueden se los calificativos que pueden caer sobre el manejo que las autoridades han llevado a cabo en torno a la gripe A.
Desde la presunta manipulación de datos o números de la epidemia hasta la inobservancia de las recomendaciones o protocolos de organizaciones internacionales.
Asimismo, mientras el país conocía de boca del nuevo ministro la existencia de 100 mil infectados, la Presidenta lisa y llanamente se escapaba disfrazando esta conducta en una gestión protagónica internacional, acompañando al Presidente Hondureño derrocado Zelaya a la vuelta a su tierra.
Lo mismo que el viaje por la selva colombiana de Néstor, o el viaje a Cuba el mismo día que asumía Obama, una paparruchada.
En unos meses, no hablaremos más ni de barbijos ni de oseltamivir, y volveremos con los primeros calores al repelente y la descacharrización, pero hay tragedias Argentinas que no son estacionales, por ejemplo que uno de cada tres salteños menores de seis años está desnutrido. “Ni repelente, ni oseltamivir, a estos chicos les falta olla”, explica Gladys Pernas, la jefa del Servicio de Recuperación Nutricional del Hospital de Niños Jesús de Praga de la ciudad de Salta.
Hace 46 años triunfaba en las elecciones presidenciales Arturo Illia, como médico había realizado investigaciones con el doctor Salvador Mazza sobre paludismo y mal de chagas en la provincia de Córdoba. Durante su gestión se sanciono la Ley 16.462, también llamada Ley Oñativia en homenaje al Ministro de Salud. La misma establecía el carácter de los medicamentos como un bien social es por ello que fijaba una política de precios y de control de medicamentos. Esta ley surge, a partir de un estudio realizado por una comisión creada por el Presidente Illia sobre 300.000 muestras de medicamentos. Muchos de estos medicamentos no eran fabricados con la fórmula declarada por el laboratorio y su precio excedía en un 1000% al costo de producción.
Un estado presente, con políticas activas, no un grupo de advenedizos mesiánicos e intolerantes que agravan día a día los dolores argentinos.
DR GUSTAVO ARAMBURU
¡¡¡Cuánto necesita nuestro país a políticos como Illia!!!!
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