miércoles, 4 de noviembre de 2009
El hombre que pudo cambiar la historia
Sin dudas a Moisés Lebensohn le faltaron años de vida. Hizo mucho, muy joven. Las "borratinas" le impidieron ser legislador nacional. En la presentación del libro de José Bielicki: "Moisés Lebensohn: El hombre que pudo cambiar la historia" ,organizado en el Congreso Nacional por el Instituto Lebensohn, se destacó, a través de anécdotas cotidianas de quienes lo trataron, la personalidad austera y profunda del hombre de Junín, del gran impulsor de la Juventud Radical. Comparto con ustedes un artículo extraído del blog "Pensamiento y acción" (http://pensamiento-y-acción.blogspot.com), escrito por Diego Barovero con motivo del centenario de Lebensohn en 2007.
Personalmente, creo que Moisés "cambió" la historia porque cambió la estructura mental de los que bebieron y beben en sus ideas. Su hijo hizo hincapié en las "ideas" y no en el "hombre". La semilla de este dirigente, fundador del "diario Democracia" ha germinado. Su planta sigue creciendo. La historia sigue transformándose...
Hugo Turrini
Moisés Lebensohn y su legado
por la Argentina soñada
por Diego Barovero (*)
Moisés Lebenshon, nació en Bahía Blanca, Provincia de Buenos Aires, el 12 de agosto de 1907; su familia se radicó en Junín, donde ejerció su profesión de abogado y periodista. Así, a los 24 años en 1931 fundó el diario "Democracia", ejemplo de periodismo comprometido con los valores democráticos aún en la actualidad.
Lebenshon, fue un activo militante de la Unión Cívica Radical. Puede decirse de él sin margen de equivocación que fue el gran organizador de la juventud radical, herramienta fundamental para la renovación del radicalismo que debía realizarse indefectiblemente para retomar la senda emancipadora y antiimperialista definida por Hipólito Yrigoyen, de quien fue continuador ideológico.
La principal preocupación y tarea de Lebensohn fue precisamente darle mayor autonomía y sistematización a los fundamentos doctrinarios del radicalismo, definiéndolo claramente como una expresión política de avanzada, liberadora, popular y progresista.
Es curioso, pero a pesar de sus condiciones intelectuales y capacidad organizativa, Lebensohn casi no tuvo oportunidad de desempeñar cargos electivos: solamente fue concejal (electo en 1936) y convencional nacional constituyente (electo en 1949). La utilización del sistema de tachas fue el mecanismo elegido por sus muchos y poderosos adversarios internos para impedirle llegar a ocupar cargos legislativos de relevancia.
Su actuación estuvo más bien centrada en la tarea militante y de conducción política en el desempeño de funciones directivas partidarias en la Unión Cívica Radical. Entre los años 1938 y 1946 fue artífice del Movimiento de la Juventud Radical que realizó cuatro congresos nacionales, siendo los más importantes el de Córdoba (mayo de 1938) y el de Chivilcoy (mayo de 1942). Ese “Grito de Chivilcoy”, como gustaba decir Lebensohn, sacudió las adormecidas conciencias que desde dentro y fuera del partido estaban esperando una aurora de redención. De allí surgieron los fundamentos ideológicos que sirvieron de base para la fundación el 4 de abril de 1945 del Movimiento de Intransigencia y Renovación, del cual fue activo dirigente. Fue el inspirador de la Declaración de Avellenada cuyos principios recogió en 1948 la Honorable Convención Nacional del radicalismo como Bases de Acción Política y Profesión de Fe Doctrinaria. Lebensohn fue también presidente del Comité de la UCR de la provincia de Buenos Aires.
Combatió los viejos métodos electorales, como la "política del servicio personal", que convertían al partido en una maquinaria electoral dominada por caudillejos que luchaban mas por la conquista de prebendas que por ideales. Impulsó el voto directo de los afiliados para combatir las corruptelas de camarillas internas.Fue el más lúcido de su generación, por cierto brillante, integrada por hombres de la talla de Frondizi, Balbín, Larralde, Noblía, Sobral y los Mercader. Comprendió cabalmente los problemas de su tiempo, y por eso en su concepción ideológica adquirieron notoria trascendencia la reforma agraria, la obligatoriedad de la enseñanza media, la política de emancipación económica que contemplara la nacionalización de los recursos estratégicos para el desarrollo como el petróleo y el gas, y en lo social defendía los derechos de los mas necesitados luchando por alcanzar una sociedad mas justa que proteja a todos sus miembros.
Fue un ferviente opositor al régimen fraudulento conservador de los años de la Década Infame y fue también el más inteligente enjuiciador del peronismo, no desde el gorilismo sino desde el ideal democrático y progresista. En 1949 presidió el bloque radical en la Convención Nacional Constituyente que reformó la Constitución Nacional histórica de 1853/60 con sus reformas de 1866 y 1898 y dictó una carta magna de corte cesarista quen incluía la reelección presidencial indefinida. En sus sesiones, Lebensohn pronunció un magnífico discurso que constituye el más inteligente juicio histórico formulado al peronismo. Allí lo calificó acertadamente como una "revolución contra", denunciando las desviaciones autoritarias del régimen como el establecimiento del estado de guerra interno y la penalización del derecho de huelga. Opositor a la consagración de la reelección presidencial indefinida, decidió abandonar el recinto junto a toda la delegación radical sentenciando "¡Volveremos a dictar la Constitución de los argentinos!". Conviene resaltar no obstante ello, que siempre defendió y apoyó iniciativas peronistas como las conquistas sociales de los sectores socialmente postergados y el artículo 40 que nacionalizaba los recursos naturales y energéticos.
Sin embargo, le tocó sufrir persecusión, cárcel y censura por su compromiso democrático y su lucha contra los abusos totalitarios. En 1953 fue elegido presidente de la Convención Nacional de la UCR, donde tuvo una destacada actuación e impulsó una política de confrontación abierta y franca al peronismo que había exacerbado para entonces sus componentes más autoritarios y antidemocráticos, planteando la "lucha en todos los frentes".
Su salud quebrantada lo llevó a una muerte temprana en la más absoluta pobreza el 13 de junio de 1953
Moisés Lebensohn fue un luchador consecuente contra los privilegios de los poderosos, incorruptible en sus ideales y ejemplar en su conducta austera y proba. Consagró una máxima que guió su vida y sirve de ejemplo aún hoy. El desafío del auténtico hombre político es conjugar "doctrina para que nos comprendan y conducta para que nos crean". Su figura consular hubiera quizá impedido desviaciones profundas en el sendero del radicalismo, que lo desnaturalizaron en determinado momento histórico esterilizando su capacidad transformadora.
"DESVALIDOS DE PODER MATERIAL, SIN PRENSA, SIN RADIO, SIN AULAS Y SIN ARMAS, SIN BANCOS NI GOBIERNOS, LIBRAREMOS ESTA BATALLA CON VICTORIOSA CONFIANZA, SERENOS Y LEALES POR QUE SON NUESTROS LA RAZON Y EL FUTURO."
Discurso de Moisés Lebensohn en la Convención Constituyente de 1949.
(*) Abogado, historiador, vicepresidente del Instituto Nacional Yrigoyeneano
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