martes, 25 de mayo de 2010
El Bicentenario del Dogma de la UCR: La Soberanía Radical del Pueblo
En este Bicentenario de la Revolución del 25 de Mayo de 1810 que dio origen al primer gobierno patrio, los radicales tenemos de satisfacción, el orgullo, el honor y la responsabilidad de celebrar además el Bicentenario de las ideas que le dieron origen y sustento a la Unión Cívica Radical.
Es que sin pretender forzar interpretaciones históricas de los sucesos revolucionarios de hace dos siglos, no nos equivocaremos si tenemos presente que, como reza nuestra Profesión de Fe Doctrinaria (1948): “El Radicalismo es la corriente histórica de la emancipación del pueblo argentino, de la auténtica realización de su vida plena en el cultivo de sus bienes morales y en la profesión de los grandes ideales surgidos de su entraña. Hunde sus raíces políticas en lo histórico de la nacionalidad y constituye una requisitoria contra toda filosofía material de la vida humana y del destino de la Nación en el mundo”.
El primer doctrinario radical del siglo XX fue una auténtica eminencia en la cuestión de la argentinidad, y no por casualidad se adscribió a las filas de la Unión Cívica Radical donde lo recibieron según sus propias palabras “los nietos de los próceres y los hijos de los inmigrantes”.
Ricardo Rojas, el intelectual orgánico radical de las décadas del treinta y del cuarenta en su obra cumbre “El Radicalismo de Mañana” (1932) subraya que el mismo Juan Bautista Alberdi afirmó que los hombres que hicieron la Revolución de Mayo se propusieron “proclamar y establecer en la América del Sud el dogma de la soberanía radical del pueblo”, remarcando “la filiación histórica del radicalismo…de nuestras seculares luchas por la democracia en que hallamos la clave de nuestra dolorosa génesis”.
Para continuar señalando que “el ideal de 1810 debía ser realizado por las generaciones siguientes, y por eso el radicalismo sigue luchando para la realización del programa radical de Mayo…el radicalismo de mañana podrá sin esfuerzo comprobar su filiación secular, identificándose con las fuerzas biológicas que crearon la nacionalidad, que la emanciparon y que la organizaron como una asociación democrática”.
En esa comprobación de la auténtica matriz ideológica del radicalismo no nos resultará difícil enlazarla con la tradición revolucionaria republicana, democrática y federal que encarnaron Moreno, Castelli, Belgrano, Monteagudo, Artigas y Dorrego y que, ochenta años después aquel primer grito de libertad se amplificó en la Revolución del Parque bajo las órdenes de otra generación liderada por Alem, Del Valle e Yrigoyen que dedicaban su causa al mismo ideal constituyendo apenas un año después el primer partido político orgánico de América del Sud: la Unión Civica Radical que recogía aquel programa condensado en la Constitución Nacional de 1853 a cuya vigencia consagraba su razón de ser.
Entendemos al radicalismo una permanencia que no depende de circunstancias. Ha superado ya varias crisis y pronósticos agoreros de extinción a través de los tres siglos de historia argentina que ha sabido transitar.
Para una Nación que celebra sus primeros doscientos años de vida, la existencia de un partido político como la Unión Cívica Radical de casi ciento veinte denota una profunda y arraigada tradición que merece exaltarse y renovarse en forma contínua, ya que a lo largo de su trayectoria histórica el radicalismo ha sido y sin dudas seguirá siendo modelo y paradigma para gran parte de la sociedad que lo vislumbra como garantía y reaseguro de los ideales de Mayo, constitutivos de nuestra nacionalidad, que celebramos por estos días.
DIEGO BAROVERO
Vicepresidente del Consejo Directivo del Instituto Nacional Yrigoyeneano.
Autor de “De la revolución del 90 al Bicentenario de la Patria. UCR : su historia, su doctrina, sus nombres”.
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Causa escozor y resulta agradablemente conmovedor la influencia que tuvo la Unión Cívica Radical en el proceso de institucionalización de la República, tanto en su nacimiento, su evolución y actualidad. Inspirada en el concepto de libertad e igualdad, fue la semilla generadora de la democracia argentina; inspirada en su doctrina y afirmada por la conducta honesta, transparente y ejemplar de sus hombres. Cuanta influencia tuvo nuestro centenario partido en el proceso democrático nacional, cuantos hombres la U.C.R. ha ofrecido la U.C.R. para el sostenimiento de la democracia y la vida constitucional?. La llegada del Bicentenario no es una fecha común, es una fecha patria que enorgullece al ser nacional, pero para los Radicales es la reafirmación de vida de un Dogma que resume una concepción ética- moral que ha marcado el rumbo de nuestra historia.
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