Gracias a los amigos de Morena Esteban Echeverría y a Olga Godoy por el material fotográfico de la inolvidable noche fraternal de la militancia.
Hemos vivido una jornada de militancia y confraternidad hermosa el pasado viernes 26 de noviembre, en San Luis 2405 (Comuna 3, Ciudad Autónoma de Buenos Aires). En Balvanera, en un barrio "fundacional" del Radicalismo.
Varios oradores no se hicieron presentes por imprevistos de último momento (algunos realmente justificables, otros...).
Se dudó sobre la realización del evento. Finalmente la militancia decidió seguir adelante y cumplir con el objetivo de "poner al Radicalismo en la calle".
Hemos podido saludar a muchos vecinos que se acercaron en la calurosa tarde noche, para compartir un rato ameno de diálogo, discursos, canciones, empanadas y gaseosas. También se dieron cita militantes de distintas comunas de Capital Federal y del Conurbano. Gente de La Matanza, Quilmes, Esteban Echeverría, San Martín (y me quedo corto)dieron el presente (talvez, sin saberlo, estuvieron presentes futuros intendentes). Fue una auténtica "reunión de base".
Fue maravilloso entonar con mi guitarra algunas canciones de nuestra música popular. Zambas, chacareras, cuecas y chamamés sonaron en pleno territorio "porteño", para dar lugar a los míticos tangos y valsecitos. Mucha gente, "de paso", se detenía a escuchar alguna o algunas canciones. En un barrio poblado por muchos "judíos ortodoxos" con sus largas barbas, ropas oscuras y sombreros, pude notar que sus ojos se empañaban cuando se detenían a escuchar "Buenos Aires" (aquel que dice "Buenos Aires, la reina del Plata...), para que no queden dudas que más allá de su identidad religiosa o cultural son argentinos y porteños de pura cepa. Y pensaba que en esas cuadras se daba un resumen del Radicalismo: el barrio de Leandro Alem, los descendientes de los inmigrantes que se incorporaron a una fuerza que no los discriminó sino los sumó a la vida nacional, la tertulia en la calle, la riqueza en la diversidad, las charlas que denotaban una seria preocupación por el país y aún por aspectos a cambiar en el partido.
Uno de los oradores imprevistos, el querido Mario Losada departió amablemente con los presentes, pidiendo "disculpas" porque los dirigentes a veces le fallan a la gente, pero la militancia nunca le falla al partido. Un hombre humilde, que pasó por cargos públicos, con la misma ética alfonsinista, sin enriquecerse, sin ostentaciones, dispuesto a trabajar como "uno más" entre sus correligionarios, merece todo nuestro reconocimiento y admiración. Algo más: nuestra imitación. Nos dijo que nosotros éramos los primeros en poner la cara por el partido y no nos podíamos esconder de nuestros amigos,vecinos aún en las épocas más difíciles en la que todos nos venían a pedir explicaciones, como radicales , por los desaciertos de los gobernantes de nuestro signo. Lo cual es otra verdad incontrastable. Los militantes, los que vamos a nuestro trabajo, los que andamos por la calle... somos radicales en las buenas y en las malas.
Los radicales salimos a la calle. También, el fin de semana en distintas mesas proponiendo el acto del 3 de diciembre y el candidato a Presidente.
Sin importar la línea a la que pertenezca cada uno, debemos profundizar el acercamiento a los vecinos para poner al Radicalismo cerca de la gente... como nunca debió dejar de estar.
Hugo Turrini
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