sábado, 27 de junio de 2009

LA "CONVERSIÓN" DE UN GOLPISTA



Hoy recordamos otro aniversario de uno de los peores errores de la historia argentina: el derrocamiento de Arturo Umberto Illia. Años después del golpe de Estado, el coronel Luis C. Perlinger envió al doctor Illia la siguiente nota: " principios de 1966: siendo usted Presidente de la Nación, tuve algunas reuniones en Mar del Plata y en Buenos Aires con generales que ocupaban altos cargos en el EMGE, a los cuales traté de convencer de no romper el orden institucional. Ante la inutilidad de mi prédica y guiado por el desconcepto de que la unidad de la fuerza amenazada por casos aislados de oposición era más importante que el respeto a la Constitución, me plegué al movimiento que estalló el 28 de junio. Circunstancias que no se buscan, pero que se dan con frecuencia en los hombres de acción me asignaron un rol imporlante en su destitución. En una presentación fechada en julio de 1976, que repartí profusamente y de la cual me ocupé de enviarle un ejemplar escribía: 'Hace 10 años el Ejército me ordenó que procediera a desalojar el despacho presidencial. Entonces el doctor Illia serenamente avanzó hacia mí y me repitió varias veces: Sus hijos se lo van a reprochar. ¡Tenía tanta razón! Hace tiempo que yo me lo reprocho porque entonces caí ingenuamente en la trampa de contribuir a desalojar a un movimiento auténticamente nacional. Usted me dio esa madrugada una inolvidable lección de civismo. El público reconocimiento que en 1976 hice de mi error; si bien no pude reparar el daño causado, da a usted, uno de los grandes demócratas de nuestro país, la satisfacción de que su último acto de gobiemo fue transformar en auténtico demócrata a quien lo estaba expulsando por la fuerza de las armas de su cargo constitucional..."


FUENTE: "RICARDO BALBÍN: EL RADICALISMO Y LA REPÚBLICA" de Eduardo Giorlandini, con prólogo de Rafael Pascual, editado por la Cámara de Diputados de la Nación en 2001.

3 comentarios:

  1. Al recordar el triste golpe de Estado que se hizo contra Illia, no podemos dejar de comentar al menos el papel central que tuvieron los medios de comunicación. El caso de "Primera Plana" y "Confirmado" es paradigmático.
    A veces me cuesta creer lo que dicen los libros de historia, de cómo un grupo de conspiradores pudo tergiversar y deformar la realidad de tal modo, y cómo el pueblo fue capaz de permanecer sin hacer nada.
    La economía crecía a ritmo sostenido, se redujo la deuda externa, se redujo la inflación y el desempleo, aumentaron las exportaciones, se apresió el salario real, la inversión en educación llegó a los máximos niveles históricos (con la inclusión y movilidad social que conlleva), no hubo presos políticos, había libertad de prensa y expresión como hacía años que no gozábamos, éxitos en la política exterior (en cuanto a Malvinas y acuerdos con Chile)... y los medios a pesar de todo eso, lo hacían ver como un inoperante...
    Es justo que cuando se recuerda ese golpe ignominioso se destaque la figura del Presidente y sus virtudes cívicas, morales y de estadista. Pero no debemos quedarnos ahí.
    No hay que mirar tanto a Illia, o a los conspiradores (sindicatos, militares, laboratorios, medios) sino a la sociedad que dejó que todo ésto pasara.
    Es fácil decir Illia era bueno, y los conspiradores malos y por eso lo sacaron. De hecho hay algo de verdad en ello. Pero ¿cual fue el papel de la ciudadanía?
    Los argentinos debemos hacernos cargo de que en 1966 no fuimos capaces de defender la democracia. Muchas veces se dice (y en parte concuerdo) que aunque un gobierno constitucional y democrático no sea muy bueno, tenemos que defenderlo. ¿y que pasó con éste gobierno que fue de los mejores que tuvimos en nuestra historia (para darnos una idea de lo inusualmente virtuoso del gobierno, notemos que no hubo cambios en el gabinete, cosa que hoy pasa cada mes)? A tal punto que el sentimiento mayoritario unos años después era: "si pudiéramos volver al 66"
    No basta con el "mea culpa" de los golpistas como Perlinger (y otros, ya que la mayoría se arrepintieron) y de los que estaban al frente de los medios como Mariano Grondona. La sociedad entera debería hacerlo. Y no hay mejor modo que interesándonos por la justicia, votando concienzudamente y defendiendo la democracia.
    Si la Verdad nos hace libres... el golpe del 66 es el mejor ejemplo de lo contrario: cómo la deformación de la verdad -la campaña de los medios- nos hizo perder la libertad.

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  2. En una parte de mi comentario anterior puse "este golpe ignominioso" y esa es una palabra que uso muy poco, pero me parece que nunca la usé tan propiamente. Por eso quiero resaltar su significado poniendo una breve definición:
    "Una ignominia (en latín, ignominĭa)Su etimología remite a la "pérdida del nombre" (in-nomen, "sin nombre", como in-útil "sin función") con que se da a entender el efecto de una acción deshonrosa, vergonzosa o injusta, términos de los que es sinónimo. La XXI edición del diccionario de la RAE la define como una afrenta pública, en el sentido en que constituye una ofensa personal que queda a la vista de una comunidad que la condena unánimemente. Por ello, la acción ignominiosa está relacionada con la desvergüenza y el deshonor de un individuo a quien las consideraciones morales le son indiferentes y que es consecuentemente objeto del descrédito general. Se suele emplear este término para denunciar una situación de injusticia, generalmente cuando se trata de la obra de un solo individuo que reúne cierta autoridad sobre una comunidad." (Fuente:Elmundo.es)
    Sólo que en ésta caso fue perpetrada no por un solo individuo sino por varios...

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  3. http://www.rionegro.com.ar/arch200406/29/o29j01.php

    Dejo aqui un artuculo donde se examina con más detalle la campaña mediatica para derrocarlo. Algunas opiniones del autor sobre la debilidad del gobierno no las comparto, pero son respetables.

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