miércoles, 29 de abril de 2009

EL PADRE ELEODORO FIERRO: UN HOMBRE DE FE. UN RADICAL AUTÉNTICO



Por Enrique Pereira (DICCIONARIO RADICAL)

FIERRO, ELEODORO, por Rolando Villagra-Fernando Micca
FIERRO, Presbítero Eleodoro de San Pedro Nolasco (1840-1911) Tuvo una importante actuación en la UCR de Córdoba, integrando el grupo de fundadores del Partido.Participó en la dirección de la revolución radical de Córdoba de setiembre de 1891.
Fue miembro de la Convención Nacional y en 1906 era presidente del Comité Provincial, año en que dispuso y realizó una amplia campaña de reorganización.
En el diario “ La Mañana” de Córdoba del lunes 8 de agosto de. 2005 se publica una magnífica nota del Sr. Rolando Villagra, con abundante información sobre el presbítero Fierro, cuyo texto es el siguiente: “
“A CIENTO CATORCE AÑOS DE LA FUNDACIÓN DE LA UCR Los radicales de Fierro. El radicalismo de Córdoba celebró el viernes pasado un nuevo aniversario de su creación de la mano de los «Cívicos» encabezados por el presbítero Eleodoro Fierro. Época de revoluciones, luchas armadas y durísimas disputas por el poder cimentaron el surgimiento de este partido.Rolando Villagra - Especial para LA MAÑANA .”“Hace ciento catorce años, más precisamente el 5 de agosto de 1891, se creaba en esta ciudad la primera liga secreta de carácter político, por inspiración del presbítero Eleodoro Fierro, quien abrazó, desde sus comienzos, la causa popular de Leandro N.Alem y de los “Cívicos”.“En esa época luchaban contra la corrupción del régimen imperante, durante el gobierno de Eleazar Garzón, reemplazante de Marcos Juárez, en esta provincia.”“La lucha, en el orden nacional, era contra el presidente Carlos Pellegrini , quien había reemplazado al renunciante Miguel Juárez Celman, con motivo de la revolución de 1890” .“Este sacerdote, en la época en que la Santa Sede aún permitía la participación ostensible del clero en confrontaciones partidarias, fue , por sobre todas las cosas, un luchador incansable contra las injusticias sociales y políticas de aquel entonces.”“Así siendo cura de Sobremonte, por ejemplo, en 1873 , entró en problemas con el gobierno de Córdoba y con las autoridades eclesiásticas, por haber apoyado abiertamente las acciones e incursiones armadas de los opositores de Taboada e Ibarra, quienes gobernaban despóticamente la provincia de Santiago del Estero.”“Más tarde, ya en la ciudad de Córdoba, fue un recio opositor al régimen vigente a través de diversas publicaciones, especialmente en “La Carcajada” de Armengol Tecera, órgano de propaganda contra la candidatura de los Juárez, constituyendo éste, como acostumbraba llamarse, un semanario “jocoserio, burlesco, literario y de costumbres”.“Por estas actuaciones recibió también severos cuestionamientos de las autoridades eclesiásticas y políticas.”
“Profesor de castellano en el Colegio Nacional de Monserrat, por designación en 1881 del entonces Rector doctor Filemón Posse, fue igualmente profesor de Teología Dogmática y Teología Moral en la Facultad de Ciencias Sagradas de la Universidad Nacional de Córdoba, por designación del Rector don Alejo Carmen Guzmán.”“Al producirse la revolución del 90 -como ya se ha dicho- opositor de los Juárez desde un primer momento, abraza con pasión la causa de la Unión Cívica y es parte activa en el movimiento revolucionario del 21 de mayo de 1891 que estalló aquí en Córdoba para derrocar al gobernador Eleazar Garzón (“Botón Bumbula” como lo llamaban los adversarios). Garzón, aparte de no haber contribuido a pacificar los espíritus, como correspondía, después de la renuncia de los Juárez, había creado nada menos que un nuevo club o “asociación de hombres corajudos” con garantías policiales, llamado “La Cadena”.“El objeto de esta «asociación» era el de “conservar el orden amenazado” (que en la práctica no era nada más que una suerte de intimidación) a quienes festejaban la caída de los Juárez o realizaban manifestaciones de júbilo en favor de los “cívicos” en las calles y plazas de la ciudad.“En una palabra, las libertades públicas quedaban de esta forma conculcadas, pues se prohibían hasta las simples manifestaciones de personas que profesaban un credo político distinto al gobierno.““Para colmo, esta flamante“fuerza ciudadana”así nacida - “horda de forajidos” como los llamaba el presbítero Fierro en el “Sol de Mayo” - instalaba sus seccionales próximas a los comités opositores.”“Quieren vigilarlos y quitarles la calle”,dice Emilio Sánchez en “Del pasado cordobés en la vida argentina” (Biffignandi 1968, pág.310),aunque sólo obtuvieron como resultado continuos incidentes callejeros, hechos de sangre, vejámenes y las persecuciones, especialmente al periodismo opositor.”“Para empeorar esta situación se había producido la renuncia del prestigioso ministro de Gobierno, don Felipe Díaz, por discrepancias con el gobernador, uncionario aquel que había posibilitado el triunfo de la oposición en varios departamentos del interior de la provincia, sobre la base de elecciones limpias.”“Por tales causas se preveía que tarde o temprano, indefectiblemente, Córdoba se precipitaría sin remedio a un alzamiento armado contra el régimen gobernante.”“Así, ya cerrados los caminos de la legalidad institucional, un día antes de lo previsto, es decir, el 21 de mayo de 1891, estalla la revuelta cívica en Córdoba, complementaria de la Revolución del Parque.”“Este alzamiento armado fue dirigido en su gran mayoría por dirigentes políticos, como Juan M. Garro -candidato luego a la Vicepresidencia de la Nación por la Unión Cívica Radical- Pedro C. Molina, Manuel Vidal Peña, el mismo presbítero Eleodoro Fierro - el cual se pone al frente de un acantonamiento y otros, tanto o más ilustres, que se confunden con artesanos y estudiantes, cuyos nombres, citados en las crónicas de la época, alcanzaron después relieves históricos.”“Eran cerca de 350 hombres, con muy escasa preparación militar, dirigidos por el ex comandante Bello a quien lo secundaban los capitanes Espinosa, Estrada, Balcarce y el subteniente Tornquist. Se pensaba atacar al gobierno sobre la base del factor sorpresa pero una lamentable delación involuntaria de una hermana de José Buteler, casada con un comisario,hizo adelantar el estallido para esa día y no parael día posterior. (Véase Alfredo Díaz de Molina, “La oligarquía argentina”,pag. 576 a 624, cap.III).”“Por su parte, los gubernistas se encontraban bien atrincherados, esperando a los insurgentes, en lo que era la Casa de Gobierno, la Catedral, la Botica Alemana (Independencia y San Jerónimo), el Palacio de Justicia (Deán Funes y Rivera Indarte) y en la Plaza San Martín, con 350 vigilantes, 80 soldados y 45 bomberos, al mando del teniente coronel Pedro Toscano, comandante del cuartel del 10º de línea.”“Convertidos algunos hogares en cantones revolucionarios, la lucha en las casas y calles de Córdoba, duró doce horas, con la rendición de los focos rebeldes y con el saldo trágico de 23 muertos y 171 heridos.(Díaz de Molina op.cit. pág. 592).”“ Tras la derrota, comienzan los arrestos y las persecuciones a los opositores.”“Alem, en la sesión del Senado Nacional del 30 de mayo, con relación a esos sucesos decía: “Esa provincia, que desde hace 14 años no goza de libertades públicas, vejada, humillada, vilipendiada, sin ninguna esperanza de reconquistar sus derechos por la vía recta, porque el acceso a los comicios, que es el punto fundamental del régimen republicano para que el pueblo tome participación en la vida pública, está herméticamente cerrado, ha llegado así a ese extremo, a esta última razón de los pueblos oprimidos” (Del Mazo Gabriel “Historia del radicalismo” T.1 pág. 78).”“Córdoba comenzaba, pues, a inscribirse así en la historia de las grandes luchas populares por la recuperación moral y política de Argentina.”•”Además, por primera vez los “cívicos”, bajo el santo y seña “Córdoba por Alem”, utilizaron escarapelas y banderines con la divisa blanca y punzó.”“Luego de la revolución”“ Sobre las cenizas aún calientes de la revolución que diera tantas vidas en su holocausto, la Unión Cívica se recompone, cierra sus filas y se estructura orgánicamente.”“Carlos Melo en “Los Partidos Políticos Argentinos”, (ed. del boletín de la Facultad de Derecho, nº 3, año VI- 1942, pág. 26 y 27) ha sostenido que uno de los efectos de la Revolución del 90 ha sido introducir en la República la organización de los partidos políticos de los Estados Unidos de Norteamérica.”“Fue Hipólito Yrigoyen quien propuso la idea de una “Convención” para elegir la fórmula presidencial en Rosario, sobre la base de delegados popularmente elegidos de la Capital y de las provincias en número igual al de su representación en el Congreso Nacional.”“Por otra parte, en Córdoba, el 2 de julio de 1891, la Unión Cívica rechaza el “acuerdo” entre Mitre y Roca, el que significó consolidar nuevamente un poder fraudulento por un cuarto de siglo más en la República, aprobando, en consecuencia, la posición intransigente del Comité Nacional, “actitud radical “ como se la anuncia permanentemente.”“Las reuniones se sucedían principalmente en la casa de Manuel Vidal Peña (ubicada en la calle Rivera Indarte entre 9 de Julio y Avenida Colón), concurriendo allí lo más granado del movimiento en su vertiente política.”“Se estaba preparando la recepción y los festejos por la llegada de Alem a Córdoba, anunciada para el mes de setiembre y la proclamación del nuevo binomio presidencial, en donde Juan Garro iba a conseguir la candidatura a la Vicepresidencia de la Nación, el 15 de agosto de dicho año, en la Convención reunida en Buenos Aires, acompañando a Bernardo de Yrigoyen.”“Pero existía un grupo - quizás el más “radicalizado” o combatiente- de dirigentes que no reniegan de la lucha armada, pues descreen de las elecciones sin un instrumento legal que las respalde, que intuyen que las calamidades y los hechos sangrientos, por la recuperación institucional, iban a continuar produciéndose en Argentina, mientras las libertades públicas siguieran así conculcadas (Sánchez Emilio.op.cit.) y no se desmontara para siempre la máquina electoral del fraude, tanto en el orden nacional como provincial. ““Eran los que intentarían nuevos alzamientos populares para obtener el reconocimiento de sus derechos cívicos y seguirían a Hipólito Yrigoyen, más tarde, con la abstención revolucionaria hasta la sanción de la Ley Sáenz Peña de 1912, la del sufragio universal, secreto y obligatorio. Ellos, junto con el caudillo, llegarían un cuarto de siglo después en brazos del pueblo al poder.”“Por eso, paralelamente a los actos multitudinarios y a las manifestaciones públicas, algunos grupos se organizaban secretamente.”“De esa forma, el 5 de agosto de 1891 -hace 114 años, como se dijo anteriormente- en algún lugar de Córdoba, ciento cuarenta y tres ciudadanos (entre los que se incluye mi abuelo Eleodoro Villagra), se encolumnaron tras la figura del presbítero Fierro, (quien fuera bautizado con los nombres “Eleodoro de San Pedro Nolasco Fierro” el 5 de julio de 1840, y como “nacido el día anterior”).“Resolvieron así “constituir una liga política que se denominará Unión Cívica Radical “, “animados del noble y elevado fin patriótico de aunar en un solo propósito común todos los buenos elementos de cualquier bando político que sean, siempre que lleven como enseña de lucha los principios y el radicalismo proclamados por la Unión Cívica de la Capital Federal”.El acta“Por primera vez en el país se usaba la expresión “Unión Cívica Radical” en un documento oficial o constitutivo. Tan es así que nueve días después -el 14 de agosto- bajo la presidencia de Hipólito Yrigoyen, la primera Convención de Delegados Radicales mantuvo la denominación original de “Unión Cívica”, para la constitución del comité de la provincia de Buenos Aires (Véase del Mazo, op. cit.pág.91) y es recién al año siguiente - el 17 de noviembre de 1892- con la sanción de su Carta Orgánica, que la Convención Nacional establece oficialmente el nombre de Unión Cívica Radical para el nuevo partido.”“Y volviendo al acta fundacional hecha bajo la inspiración del presbítero Fierro, se advierte que la reunión se hace “bajo la base capital del sigilo y de la más absoluta reserva, que la pongan a cubierto de acechanzas y de tropiezos que la estorben”.“Estaba muy fresco el recuerdo de la infidencia que había hecho fracasar la revolución en Córdoba de unos meses atrás; por lo que este secreto le facilitaría a la organización “una acción más cierta , desembarazada y eficaz; y que permita a sus afiliados cualquier participación ostensible que pudieran tener en las fracciones cívicas militantes”...“Para verificar dicho acto - se dice más adelante- se tomó previamente juramento a todos los presentes, quienes obligáronse bajo esa forma, ante Dios y la Patria y por su honra de caballeros, a ser miembros de la predicha Liga, sus personas, resoluciones, tendencias y cuanto le pertenezca, a acatar y cumplir fielmente las resoluciones u órdenes de la Junta Suprema de Gobierno... etc”.“Y al final , después de dar por terminado el acto y por constituida la liga política , se consignó : “Firmándose la presente para su constancia y como testimonio permanente de honra y de gloria para los firmantes que cumplieren con fidelidad el juramento emitido y las obligaciones contraídas, así como de vergüenza, baldón y eterna ignominia para los que se mostrasen menos dignos para ante Dios y la Patria, faltando aquel sagrado juramento o las obligaciones que él impone”.“Así se expresaban y se comprometían secretamente los hombres de la Córdoba de aquel entonces. En lo que atañe al fundador, Eleodoro Fierro, es llamado nuevamente para presidir la Junta de Gobierno de la Unión Cívica Radical en esta provincia, en 1907, tomando a su cargo ... “la preparación del partido para concurrir a la acción armada de la colectividad en el caso necesario” (Véase Archivo de la U..C, R. (libro de actas liminares, del 26 de marzo de dicho año) formando parte de dicha Junta.”“Don Elpidio González -después vicepresidente de la Nación durante la presidencia de Marcelo T. de Alvear- Abraham Molina, Wenceslao Carranza y Diógenes Hernández. También se destaca la articipación de Ignacio Amenábar Peralta, de Manuel Ordóñez, entre otros. Durante dos años, Fierro se dedicó intensamente a la organización del radicalismo en la provincia de Córdoba. Nunca dejó de lado la convicción de que la abstención revolucionaria y la lucha armada de la colectividad eran los únicos caminos posibles para llegar en Argentina al pleno ejercicio de la justicia social y de las libertades públicas, en especial, la libertad del sufragio tantas veces profanada por el régimen imperante.”“Sin embargo, aunque parezca increíble, este insigne luchador, caminante infatigable y gran orador, que ya tenía la cabeza blanca por los años transcurridos, no pudo ver ni el triunfo de los derechos del ciudadano, con la vigencia del voto universal, secreto y obligatorio de la Ley Sáenz Peña, ni tampoco el advenimiento del radicalismo a la cima del poder, en 1916, con el histórico triunfo de Hipólito Yrigoyen.”“Falleció desgraciadamente en Turín (Italia), el 8 de agosto de 1911, sin saber que ya se estaban conmoviendo las estructuras dominantes en Argentina, bajo el despertar de una conciencia popular y colectiva que quería, antes que nada, ser protagonista de su propio destino."(1)
(1) Como se señala al comienzo este artículo se publicó en el diario y en la fecha mencionada. El autor de la nota es nieto de uno de los fundadores de la U.C.R. cordobesa.

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