El Senado transformó en ley el “82% móvil” a los jubilados. Sin dudas, un acto de justicia social. Le cupo a Julio Cobos, como en aquella jornada histórica de las retenciones, definir la votación ante el empate 35 a 35. El gobierno, adalid de los derechos humanos, dice que vetará la ley (que llevaría a la quiebra del Estado, según acabo de leer en twitter las palabras que salieron del teclado de Aníbal Fernández). Nuestros mayores, que trabajaron por este país de sol a sol y solo produjeron riqueza (para que otros la disfruten) no son los que harán quebrar al Estado.
Es indudable que el dinero (si se quiere), está. No digo que se corte el proyecto “Fútbol para todos” como fácilmente esgrimen algunos para obtener fondos, pero sí se lo podría hacer rentable vendiendo publicidad. El fútbol es un gran negocio para todos menos para el Estado. Creo que hay mucho dinero también en los subsidios que se “regalan” a los ricos, que pueden pagar la luz, el gas y todos los servicios según el nivel de sus gastos. Fundamentalmente reduciendo (mejor sería terminando pero… uno no puede ser tan ingenuo) las prebendas, el punterismo político y la corrupción en general, se obtendría muchísimo más que lo necesario para cumplir con esta medida de estricta justicia social. No estaría mal tampoco cobrar los impuestos a evasores multimillonarios, gravar la renta financiera o la minería.
Reconozco que el kirchnerismo (en la presidencia de Néstor) hizo un gran esfuerzo incorporando a millones al sistema previsional. Ahora debería hacerlo para brindar mejores salarios a nuestros mayores. Ah… y de paso si se reconociera la inflación y se aplicaran políticas para reducirla, sería más fácil.
Hugo Turrini
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