Arturo Illia, in memoriam
Ese señor delgado y canoso, que caminaba por las calles y se paraba a charlar con los alumnos a la salida de una escuela (aconsejándolos, escuchándolos) había sido presidente constitucional de la República Argentina.
El mismo que realizó una gestión impecable en que el país creció vertiginosamente, defendió los hidrocarburos, mejoró la educación y estableció que el medicamento es un “bien social” y debe llegar a precios razonables a todos los habitantes. Varios de estos logros fueron motivo para su destitución por un golpe militar (el 28 de junio de 1966).
Arturo Illia siguió trabajando de médico y viviendo en una humilde casa que le donaron sus pacientes. Sin auto, sin cuenta bancaria, sin jubilación de privilegio. Hoy se cumplen 28 años de su deceso. Deseo fervientemente que su ejemplo contagie a nuestra clase dirigente.
Hugo Turrini
estudio_turrini@yahoo.com.ar
http://www.clarin.com/opinion/publicidad-anos_0_410959026.html
Ese señor delgado y canoso, que caminaba por las calles y se paraba a charlar con los alumnos a la salida de una escuela (aconsejándolos, escuchándolos) había sido presidente constitucional de la República Argentina.
El mismo que realizó una gestión impecable en que el país creció vertiginosamente, defendió los hidrocarburos, mejoró la educación y estableció que el medicamento es un “bien social” y debe llegar a precios razonables a todos los habitantes. Varios de estos logros fueron motivo para su destitución por un golpe militar (el 28 de junio de 1966).
Arturo Illia siguió trabajando de médico y viviendo en una humilde casa que le donaron sus pacientes. Sin auto, sin cuenta bancaria, sin jubilación de privilegio. Hoy se cumplen 28 años de su deceso. Deseo fervientemente que su ejemplo contagie a nuestra clase dirigente.
Hugo Turrini
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