sábado, 29 de agosto de 2009

EL ABOGADO DE LA LIBERTAD


El 29 de agosto de 1810 nacía Juan Bautista Alberdi, quien sentó las "bases" de nuestro Constitucionalismo. En su homenaje celebramos el "Día del Abogado".

La tarea abogadil nos lleva a interceder en favor de los derechos de las personas, coadyuvando a la concreción del valor "Justicia".

La Unión Cívica Radical ha dado, y sigue dando, además de otros profesionales y de militantes cuyo único "título" deviene de la lucha y la perseverancia, a muchos hombres del Derecho.

Por este medio los saludo a todos, en este día tan especial.

Podríamos nombrar a muchos hombres de la etapa fundacional que ejercieron esta noble profesión: Leandro Alem, Hipólito Yrigoyen, Marcelo Torcuato de Alvear, Aristóbulo del Valle. La lista de los abogados radicales sería interminable.

Como símbolo y en representación de todos ellos, merece mi especial reconocimiento y recuerdo la figura de Raúl Ricardo Alfonsín, el "Abogado de la Libertad" que en las duras horas estampó su firma a numerosos hábeas corpus en favor de desaparecidos o perseguidos políticos.

Raúl Alfonsín es el Abogado que defendió los derechos del pueblo, como lo he dicho en numerosas ocasiones, guiándolo hacia la Democracia. El abogado siempre debe defender el "Estado de Derecho", la vigencia de la Constitución Nacional y la Ley .

Vaya mi abrazo a todos mis colegas que, desde su lugar, luchan por un mundo y una Argentina mejor.

Dr Hugo Turrini

martes, 25 de agosto de 2009

42º ANIVERSARIO DE LA FRANJA. EL PRIMERO SIN RAÚL ALFONSÍN. LAS PREMISAS DE NUEVOS DEBERES


En La Plata en el 40 aniversario dijimos: “Lo mejor de la Franja Morada está por venir”. Esto ocurrirá si resuelve una segunda Reforma Universitaria que aporte las claves para compatibilizar una universidad de excelencia con la necesidad de que sea abierta y funcional al acceso a la Sociedad de Conocimiento y con éste en manos del Pueblo. Si aporta a la superación del fraccionalismo político y vuelve a resolver, como hace 42 años, el camino hacia síntesis superadoras progresistas y en el radicalismo los puntos de encuentros para ir a la victoria en el 2011 para un gobierno en donde el conocimiento sea el insumo principal y con un Presidente radical. Y para ello erradicar las tentaciones burocráticas y dejar en la historia lo peor que no debió haber ocurrido: el prebendarismo que tanto daño hizo a nuestro flujo histórico hasta el punto de interrumpirlo en algunos lugares. Las tentaciones burocráticas son el nuevo rostro de las tiranías y la Franja Morada debe resistirla recordando que la Reforma llegó en 1918 para desterrar la Universidad del "refugio secular de los mediocres y renta segura de los ignorantes".


Referimos a la Balsa de la Medusa, aquella vez, como el compromiso del arte con la política y que se trataba de la travesía final de una UCR que renacería si tomaba conciencia del carácter revolucionario de la misma. Desde entonces pasó a ser un emblema de la lucha por la recomposición política. La que abrió las puertas a convertirnos en una fuerza de esperanza el 28 de Junio pasado a 33 años que los compañeros de Derecho y Económicas de Rosario resistieran a balazos el derrocamiento de Illia, la Franja de Córdoba iniciaba la lucha en la que asesinaran a Santiago Pampillón y los reformistas de La Plata se aprestaban a la huelga heroica de 1967.


Este aniversario tiene el dato no menor de ser el primero sin la presencia en vida de Raúl Alfonsín. Por eso visitaremos las mesas de trabajo franjistas en La Plata y Rosario. Con Córdoba constituyeron las regionales fundadoras.


Reitero los deberes premisas para que sea verdad eso de “Lo mejor de la Franja está por venir”. Y finalmente, poniendo en evidencia lo que decíamos hace 42 años respecto a la política, “una realidad en movimiento”….” ÉL, QUE COMPLETO SUS DEBERES YA DESCANSA. AHORA DEBEMOS HACER LOS NUESTROS.”


LICENCIADO RICARDO CAMPERO

FUENTE: http://ricardocampero.blogspot.com/

viernes, 7 de agosto de 2009

CONRADO STORANI: ARGENTINO Y RADICAL


Hoy quiero homenajear a un hombre que se nos fue hace 6 años, un 10 de agosto. Conrado Hugo Storani me resulta sinónimo de defensa de lo nacional, de los hidrocarburos, del gas, de YPF. Algo así como un "Mosconi " de nuestro tiempo. Alguien que nos hace mucha falta para recuperar nuestros recursos absolutamente entregados por Menem y Kirchner.

También lo relaciono inmediatamente con la mejor tradición radical: la de Alem e Yrigoyen. Eso lo llevó, según sus íntimos convencimientos, a enfrentarse a las estructuras partidarias conservadoras y unirse a Raúl Alfonsín en "Renovación y Cambio". Gustavo Calleja y Enrique Pereira nos dejan una impecable biografía en el "Diccionario Radical" , que no puedo más que transcribir. Mi recuerdo a un gran hombre, que debe ser guía en el servicio al partido y a la Patria. Un abrazo.

Hugo Turrini


STORANI, Dr. Conrado Hugo (1922-2003) Figura de gran relevancia en el radicalismo cordobés y nacional.


Incorporado desde su adolescencia al radicalismo cordobés, Conrado Storani militó en el Partido durante sesenta y cinco años.
Nació en Río Cuarto el 13 de julio de 1922 y falleció en Buenos Aires el domingo 10 de agosto de 2003.
Estudiante de Medicina presidió la Federación Universitaria de Córdoba, obteniendo su título de médico a mediados de la década del 40. Incansable y decidido luchador el doctor Storani, tuvo una sólida formación política y cultural basada en una permanente inquietud intelectual, además de un valor cívico con el que enfrentó difíciles momentos de la azarosa vida política argentina.
Cabeza de una familia numerosa, ocho fueron sus hijos, varios de ellos militantes radicales destacados. Storani, profesional y político prestigioso, desempeñó múltiples cargos en la U.C.R de Río Cuarto, de Córdoba y del país. Integró varias veces el Comité Nacional partidario y desde 1982 hasta 1990 fue por presidente de la Convención Nacional, cuando se aprobaron, unánimemente resoluciones estableciendo el compromiso histórico de recuperar el patrimonio energético nacional..


En 1958/1962 llegó a la Cámara de Diputados de la Nación donde tuvo una singular actuación, especialmente en temas relacionados con la energía, en especial con los contratos petroleros frondizistas. Su intervención en el debate sobre la llamada enseñanza libre le otorgó un destacado sitio en el Parlamento. Al asumir la presidencia el Dr. Arturo Íllia, Storani fue designado Secretario de Energía y Combustibles. Presidente de Agua y Energía Eléctrica Sociedad del Estado y, posteriormente, sucedida la muerte del doctor Antulio Pozzio, lo reemplazó en el cargo de Secretario de Energía y Combustibles. A sus impulsos se deben la reorganización y recuperación de Yacimientos Petrolíferos Fiscales y la concresión del Plan Nacional de Grandes Represas Hidroeléctricas, que durante su gestión se inició con el Chocón, continuando hasta 1989 con Salto Grande, Alicura, Piedara del Águila, Planicie Banderita, etc...


A su iniciativa y para financiarlas, el doctor Illia incrementó los fondos energéticos sobre los combustibles y creó el impuesto al crudo procesado, posteriormente derogados por el justicialismo a partir de julio de 1989.


Decidido impulsor del autoabastecimiento y de la participación pública en área tan sensible, el Dr. Storani defendió, hasta su muerte, con ahínco los principios radicales al respecto, a punto tal que integraba el Movimiento Para la Recuperación de la Energía Nacional Orientadora (Moreno) que pugnaba por la reestatización de ese vital sector, entregado irresponsablemente por los Dres. Menem y Cavallo y sus secuaces.


Inicialmente militó en el seno de la U.C.R en el unionismo, derrocado Illia, estableció una profunda y afectuosa relación política con Sergio Karakachoff y Horacio Palacios; juntos editaban la revista "Pasaremos". Tampoco fue ajeno a la formación de movimientos previos a la creación de Renovación y Cambio. Años más tarde fue uno de los principales cofundadores del Movimiento de Renovación y Cambio orientado por el Dr. Raúl Alfonsín, su amigo de toda la vida. Integró, en calidad de precandidato a vicepresidente de la Nación, la formula que, encabezada por Alfonsín, enfrentó en 1973 a la dupla Ricardo Balbín-Eduardo Gamond siendo derrotados por escaso margen.
Conrado Storani, junto a su correligionario y grade amigo el Dr. Carlos Becerra hicieron sobresalir a la U.C.R cordobesa tanto en el Congreso, cuanto en el afianzamiento de un retorno a las fuentes ideológicas del Radicalismo. Cuanto movimiento progresista, especialmente en materia de defensa del patrimonio y de las libertades, los encontraba a ambos dirigentes, al igual que a Raúl Alfonsín, en la vanguardia de los mismos, especialmente en momento en que tales actitudes eran peligrosas para la integridad física de quienes se atrevían a sostenerlas y difundirlas.


En 1982, contemporáneamente a asumir el Dr. Alfonsín la Presidencia del Comité Nacional del partido, el doctor Storani fue elegido Presidente de la Convención Nacional de la U.C.R, altas funciones que desempeñó por ocho años.


Ya en funciones, el Presidente Alfonsín lo designó Secretario de Estado de Energía y meses después Ministro de Salud y Acción Social, funciones que ejerció con dignidad y talento.


Impulsando aquello que él denominaba la Revolución del Gas, que duplicó en cinco años y medio la cantidad de usuarios; impulsó la sanción del Programa Nacional de Uso Racional de la Energía (Decreto 2247/85), cuya manifestación mas visible es el GNC; elevó a cifras nunca alcanzadas las inversiones en exploración;reinició las obras abandonadas de las dos grandes refinerías de YPF (mayor conversión) y las obras de las represas Priedra del Águila, Pichí Picón Leufú, Alicurá, Río Grande y Yaciretá; potenció la acción del Laboratorio de Investigaciones de YPF sito en Florencia Varela, donde se obtuvieron logros de alcance significativo,etc....
Años mas tarde fue elegido senador nacional por Córdoba, con mandato hasta 1999. Sus discursos oponiéndose a la privatización de las grandes empresas energáticas son memorables. Una gran parte de su vida la dejó reflejada en un magnífico libro, “Les doy mi palabra”, una especie de autobiografía en la que, con sencillez y calidez de radical y de hombre honrado, narra hechos importantes de los que fue testigo o protagonista. Es una de las tantas obras que ningún radical debiera dejar de leer.

GUSTAVO CALLEJA-ENRIQUE PEREIRA

martes, 4 de agosto de 2009

NATALICIO DE ARTURO ILLIA


POR EL DOCTOR ARTURO LÓPEZ SANTOS


El 4 de Agosto de 1900 Nació don Arturo Umberto Illia, guía y orientación de nuestro Movimiento de Alternativa y Cambio que lleva su nombre y apellido.


Nuestro homenaje consistirá en reproducir el Capítulo I, del Libro de Luis Franco, EL PRESIDENTE ILLIA Y UN LIBRO DE OCASIÓN. ( Reflexiones de un escritor libre y sin partido, dedicadas en calidad de homenaje, a la memoria de un gobernante de excepción en su medio y época )


El escritor catamarqueño escribe estas memorables frases durante una de las tantas dictaduras militares que los argentinos hemos sufrido con incomprensible estoicismo, y nos dice lo siguiente:“ En medio de una jubilosa orgía de absolutismo político, y de vertical desprecio de la vida humana, y de masiva dilapidación de los dineros públicos, hasta hacer de nuestra moneda la más haraposa de las mendigas, de nuestra deuda externa un Aconcagua de oro, la presidencia del últimamente fallecido Dr. Illia fue un oasis de respeto a las arcas del Estado y a la libertad y la vida humanas. La suya parece haber sido la de uno de esos seres para los cuales la justicia y la misericordia son como el alterno ritmo respiratorio del alma. Un día ( en mi minúscula granja de Belén, hecha y sostenida casi por entero con el oscuro esfuerzo de mis manos, a espaldas de toda burocracia oficial o privada ) me ví sorprendido por una visita fuera de serie. Me bastó un rato de conversación para sentirme cautivado por la diáfana sencillez y la poderosa atracción de su persona. Era el Dr. Arturo Illia, médico de Cruz del Eje, en gira de turismo por el oeste de mi provincia. Varios años después , el Dr. Golstraj, legislador entrerriano, a cuya amabilidad debo el reconocimiento de un sector de su provincia – de donde acabábamos de regresar- me dijo que al mencionar el hecho en una audiencia que le concediera el presidente Illia, éste recordó su lejano encuentro con el granjero de Belén ( cuyo lector ocasional era: el cual después de una quincena de inconvincente cárcel peronista, varios años atrás, se viera obligado a malvender lo que tantos afanes le costara para comprar refugio en un arrabal porteño) y lo invitaba a visitarlo.


Así lo hice, desde luego, y al despedirme, respondiendo a lo que me pareció una insinuación suya, me reduje a hablarle de un antojo de mi hijo Lito, mocoso de pocos años entonces: un retrato de su noble persona. Así lo hizo, con una cariñosa dedicatoria, que Leopoldo Luis, mero trabajador manual, como lo fuera su padre tantos años, conserva con explicable orgullo.
Cuando el presidente Illia fue derrocado por el más cursillista de los cuartelazos, acudí a su domicilio, llevado por un amigo suyo, a presentarle mis respetos, recordando entonces, que años atrás, estando él aún en el poder, lo había molestado – por sugestión de un grupo juvenil – pidiéndole se interesara por la vida de Hugo Blanco, condenado a muerte por un tribunal militar del Perú. Me prometió dirigirse al presidente de aquel país – con quien estaba en relación epistolar – y estoy seguro que lo hizo. La historia argentina no carece de grandes y austeras figuras, en medio de inolvidables bellacos o de pintorescos personajes disfrazados de próceres.


Muchos argentinos ignoran que San Martín madrugaba a prepararse su desayuno de café negro en la cocina, y que después de Chacabuco “ mandó dar vuelta el paño de su chaqueta” ( José Martí: FLOR Y LAVA) y que un premio en metálico acordado por el gobierno de Chile lo destinó a fundar la primera biblioteca pública de aquel país( Pérez Rosales-RECUERDOS).


De Belgrano se sabe que al morir dejó de recuerdo a su médico de cabecera lo único que tenía: su reloj (Hoy sabemos que fue robado hace unos meses del museo respectivo, así estamos). De José María Paz se sabe que su austeridad y su bondad eran tan insignes como sus cualidades de estratega. El presidente Sarmiento, que no tenía casa propia en Buenos Aires hizo aserrando cajones de piano, su rancho en Carapachay. Ameghino, reconocido tempranamente en Europa como paleontólogo de fuste, que se defendió de la miseria atendiendo una pequeña librería escolar: hubo de rechazar más tarde una tentadora oferta extranjera por su colección de fósiles, a fin de no privar a su país de un bien que mañana podría estar más allá de cualquier precio.


Por noticias recogidas por la prensa se conoció – algún tiempo después del cuartelazo que lo derrocó – el verdadero origen del mismo.
Un día entre los días recibió un pedido de audiencia de uno de los Rockefeller ( David), propietarios del mundo. Venía a solicitar su venia para establecer una sucursal bancaria en Buenos Aires. El Dr. Illía se la negó, en nombre de nuestra Constitución, a la que había jurado fidelidad, esto es, defenderla – y tal era el caso – contra la competencia extranjera, peligrosa para cualquiera de nuestras instituciones, agregando no ignorar que el peticionante tenía más poder que cualquier jefe de Estado latinoamericano. ¿ Sonrió oblicuamente Rockfeller? No lo sabemos…pero sí que a los quince días el ordenanza de turno ocupaba la casa de gobierno.


¿ Cuántos otros jefes de Estado de Latinoamérica se jugaron el cargo con dignidad igual ? Lo pregunta alguien que ( hasta hoy por lo menos) no militó en ningún partido político por razones muy ajenas a su voluntad, ya que sin la verdad de pensar y el quehacer políticos el hombre lleva las de ahondar cada vez más su camino de expolio, de servidumbre y masacre. ¿ El hombre volviéndose la peor amenaza para sí mismo y para el globo que habita ?


Pero no cerrar los ojos al peligro, no significa predecir la derrota, y menos definitiva. Al contrario. A lo largo de los tiempos la elástica alma del hombre se ha mostrado capaz de las más inesperadas victorias. Si hasta hoy la ciencia y el arte se vieron obligados a pactar con la religión y la guerra, dando así un semblante de hecho natural e inevitable a al servidumbre humana, no debemos olvidar jamás a los que afrontaron la cárcel, y aún la muerte, antes de manchar una verdad más sagrada que todos los altares, y el estruendo de todas las batallas.
Se sabe que el presidente Illía apoyó en firme la opinión de su partido, y entendemos que la mayoría del Congreso, en el sentido de rehusar la cortés invitación estadounidense – extensiva a toda Latinoamérica – de enviar soldados compatriotas a Santo Domingo a apoyar cualquier intento democrático sepultándolo antes de nacer…


Diálogo familiar


- Ud., que como viajante de comercio tuvo ocasión de conocer y tratar al Dr. Illía cuando se desempeñaba como médico en Cruz del Eje, ¿ Qué juicio se formó de él como persona ? – Que era el hombre más bueno del mundo, digo del poco mundo que yo conozco. Era yo un muchacho, entonces. Cuando llegaba a su residencia a saludarlo, casi siempre me pedía que lo llevara en mi auto a visitar a sus enfermos pobres – lo eran casi todos y, al parecer, sus preferidos….- que no podían comprar los remedios recetados…que su médico se fiaba de un farmacéutico amigo, hasta que él cobrara sus sueldos del ferrocarril, creo…Recuerdo un día, al acercarnos, el boticario dio a entender, desde el mostrador, por sus señas, que sus recursos, en esa ocasión , estaban muy por debajo de su buena voluntad…


- Mejor conocido es el hecho de que el numeroso pobrerío de Cruz del Eje, juntó chirola a chirola, el fondo mínimo que se precisaba para regalar a su médico algo que éste nunca había pensado: una modesta casa propia.


No está demás agregar el empeño del presidente Illía en la anulación de los alevosos contratos petroleros del gobierno anterior con los explotadores de fuera, y en la aprobación de la Ley Oñativia, tendiente a que los medicamentos más indispensables dejasen de ser un privilegio de los pudientes, bajando al alcance de todos; eso por un lado; por el otro dar el máximo apoyo a las organizaciones que luchan contra el tráfico internacional de drogas asesinas, hazaña última de una civilización ya con todos los esfínteres morales relajados. ( Hay quienes creen que esta actitud última pesó en su defenestración tanto o más que la negativa dada a David Rockefeller)”


Este capítulo escrito por Luis Franco, hombre de la izquierda argentina, trotskista para más datos, es una prueba cabal de la ejemplaridad de la vida de un hombre que provenía de las filas del radicalismo, y que nos debe hacer recapacitar en estos momentos de ética laxa, de raquítica austeridad de nuestros funcionarios públicos, y de anémica actitud intransigente de nuestros dirigentes partidarios.


Dr. López Santos.